Lágrimas de oro
En una exhibición especial para conmemorar el Día Mundial del Refugiado, la artista británica Hannah Rose Thomas muestra retratos que revelan el trauma y la resiliencia de mujeres que han sobrevivido a la violencia y al desplazamiento.23 de junio de 2022
Lágrimas de oro
En una exhibición especial para conmemorar el Día Mundial del Refugiado, la artista británica Hannah Rose Thomas muestra retratos que revelan el trauma y la resiliencia de mujeres que han sobrevivido a la violencia y al desplazamiento. 23 de junio de 2022
En 2017, cuando la artista británica Hannah Rose Thomas organizó un taller de arte para mujeres yazidíes que habían escapado del cautiverio del ISIS, muchas eligieron representarse llorando lágrimas de oro. Un año después, en una sesión de arteterapia al norte de Nigeria, un grupo de mujeres que habían sobrevivido a la violencia sexual utilizó la misma metáfora visual.
Este conmovedor símbolo de su resiliencia y dignidad frente a un trauma inimaginable tocó la fibra sensible de Thomas, quien ha pasado la última década viajando por el mundo conociendo y pintando a mujeres desplazadas por la violencia y el conflicto.
Con motivo del Día Mundial del Refugiado, el 20 de junio, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, se enorgullece de apoyar el lanzamiento de Tears of Gold (Lágrimas de oro), una exposición en las Casas del Parlamento del Reino Unido que presenta una poderosa serie de retratos de algunas de las mujeres que Thomas conoció.
La colección presenta a las mujeres ucranianas que han buscado protección en el Reino Unido, a las refugiadas sirias en Jordania, a las mujeres rohingyas que huyeron de la violencia en Myanmar y a las nigerianas y yazidíes que inspiraron el título de la exposición. Con el número de personas que huyen del conflicto y la persecución en todo el mundo superando por primera vez los 100 millones – y con las mujeres a menudo expuestas a los mayores riesgos durante el desplazamiento – estos retratos son un testimonio visual no solo de la guerra y la injusticia, sino también de la humanidad, la dignidad y el ingenio.
En 2017, cuando la artista británica Hannah Rose Thomas organizó un taller de arte para mujeres yazidíes que habían escapado del cautiverio del ISIS, muchas eligieron representarse llorando lágrimas de oro. Un año después, en una sesión de arteterapia al norte de Nigeria, un grupo de mujeres que habían sobrevivido a la violencia sexual utilizó la misma metáfora visual.
Este conmovedor símbolo de su resiliencia y dignidad frente a un trauma inimaginable tocó la fibra sensible de Thomas, quien ha pasado la última década viajando por el mundo conociendo y pintando a mujeres desplazadas por la violencia y el conflicto.
Con motivo del Día Mundial del Refugiado, el 20 de junio, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, se enorgullece de apoyar el lanzamiento de Tears of Gold (Lágrimas de oro), una exposición en las Casas del Parlamento del Reino Unido que presenta una poderosa serie de retratos de algunas de las mujeres que Thomas conoció.
La colección presenta a las mujeres ucranianas que han buscado protección en el Reino Unido, a las refugiadas sirias en Jordania, a las mujeres rohingyas que huyeron de la violencia en Myanmar y a las nigerianas y yazidíes que inspiraron el título de la exposición. Con el número de personas que huyen del conflicto y la persecución en todo el mundo superando por primera vez los 100 millones – y con las mujeres a menudo expuestas a los mayores riesgos durante el desplazamiento – estos retratos son un testimonio visual no solo de la guerra y la injusticia, sino también de la humanidad, la dignidad y el ingenio.
Foto © ACNUR/Raj Gedhu
“Estas mujeres fueron, y son, supervivientes».
“Estas mujeres fueron, y son, supervivientes. Sus vidas no pueden reducirse a una sola experiencia violenta. A través de mis retratos de estas valientes mujeres, he intentado transmitir la persona que hay detrás del trauma; su extraordinaria resiliencia y dignidad. La esperanza era que estos cuadros se expusieran en lugares de influencia para que se escucharan las voces de estas mujeres, para abogar por ellas”, explica Thomas.
Foto © ACNUR/Raj Gedhu
“Estas mujeres fueron, y son, supervivientes”.
“Estas mujeres fueron, y son, supervivientes. Sus vidas no pueden reducirse a una sola experiencia violenta. A través de mis retratos de estas valientes mujeres, he intentado transmitir la persona que hay detrás del trauma; su extraordinaria resiliencia y dignidad. La esperanza era que estos cuadros se expusieran en lugares de influencia para que se escucharan las voces de estas mujeres, para abogar por ellas”, explica Thomas.
Reino Unido
La guerra en Ucrania ha creado la crisis de desplazamiento más rápida y una de las más grandes del mundo actual. Se han registrado más de 5 millones de personas refugiadas de Ucrania en toda Europa, incluidas unas 70.000 que han llegado al Reino Unido.
Thomas se reunió recientemente con María y su madre Nadiia, quienes huyeron a Gran Bretaña desde Ucrania en marzo, lo que dio lugar a un retrato que revela la fuerza y el apoyo que se ofrecen mutuamente a pesar de la tensión que supone huir de su hogar.
Reino Unido
La guerra en Ucrania ha creado la crisis de desplazamiento más rápida y una de las más grandes del mundo actual. Se han registrado más de 5 millones de personas refugiadas de Ucrania en toda Europa, incluidas unas 70.000 que han llegado al Reino Unido.
Thomas se reunió recientemente con María y su madre Nadiia, quienes huyeron a Gran Bretaña desde Ucrania en marzo, lo que dio lugar a un retrato que revela la fuerza y el apoyo que se ofrecen mutuamente a pesar de la tensión que supone huir de su hogar.
María y Nadiia
“No importa la nacionalidad que tengas. La humanidad no tiene geografía y la amabilidad no tiene nacionalidad”.
María y Nadiia estaban en su casa de Kiev cuando comenzó la guerra el 24 de febrero. A María la despertó su madre, que irrumpió en su habitación diciéndole que habían empezado los bombardeos. Pasaron los primeros doce aterradores días del conflicto escondidas en el sótano de su edificio como refugio antibombas improvisado, antes de tomar la decisión de abandonar el país y buscar refugio en el Reino Unido. María cuenta que ella y su madre han encontrado amabilidad a cada paso en su viaje hacia la protección.
Maria y Nadiia
“No importa la nacionalidad que tengas. La humanidad no tiene geografía y la amabilidad no tiene nacionalidad”.
María y Nadiia estaban en su casa de Kiev cuando comenzó la guerra el 24 de febrero. A María la despertó su madre, que irrumpió en su habitación diciéndole que habían empezado los bombardeos. Pasaron los primeros doce aterradores días del conflicto escondidas en el sótano de su edificio como refugio antibombas improvisado, antes de tomar la decisión de abandonar el país y buscar refugio en el Reino Unido. María cuenta que ella y su madre han encontrado amabilidad a cada paso en su viaje hacia la protección.
Dohuk, región del Kurdistán de Irak
En agosto de 2017, Thomas dirigió un proyecto artístico con la doctora Sarah Whittaker-Howe, psicóloga clínica, para un grupo de mujeres yazidíes que habían sido mantenidas en cautiverio por militantes del ISIS.
Se estima que más de 6.000 mujeres y niñas yazidíes fueron secuestradas y vendidas como esclavas, siendo retenidas durante meses o incluso años. Muchas fueron sometidas a encarcelamiento, tortura y violación sistemática, como parte de una campaña de persecución que la ONU ha considerado un genocidio y un crimen contra la humanidad.
Dohuk, región del Kurdistán de Irak
En agosto de 2017, Thomas dirigió un proyecto artístico con la doctora Sarah Whittaker-Howe, psicóloga clínica, para un grupo de mujeres yazidíes que habían sido mantenidas en cautiverio por militantes del ISIS.
Se estima que más de 6.000 mujeres y niñas yazidíes fueron secuestradas y vendidas como esclavas, siendo retenidas durante meses o incluso años. Muchas fueron sometidas a encarcelamiento, tortura y violación sistemática, como parte de una campaña de persecución que la ONU ha considerado un genocidio y un crimen contra la humanidad.
Waso
“Escucha, actuarás como si estuvieras loca para poder sobrevivir”.
Waso, de 15 años, llora desconsoladamente mientras relata el día en que su madre le dijo que actuara como si estuviera mentalmente desequilibrada para escapar del cautiverio del ISIS.
Explica que, en ese momento, el ISIS estaba liberando a mujeres y niñas que eran consideradas indeseables, y por lo tanto no podían ser vendidas como esclavas.
Sonríe a menudo, expresando su gratitud por haber logrado escapar, pero en el fondo hay un profundo dolor causado por la separación de su madre, y por saber que su padre y sus hermanos desaparecidos, probablemente fueron asesinados.
Waso
“Escucha, actuarás como si estuvieras loca para poder sobrevivir”.
Waso, de 15 años, llora desconsoladamente mientras relata el día en que su madre le dijo que actuara como si estuviera mentalmente desequilibrada para escapar del cautiverio del ISIS.
Explica que, en ese momento, el ISIS estaba liberando a mujeres y niñas que eran consideradas indeseables, y por lo tanto no podían ser vendidas como esclavas.
Sonríe a menudo, expresando su gratitud por haber logrado escapar, pero en el fondo hay un profundo dolor causado por la separación de su madre, y por saber que su padre y sus hermanos desaparecidos, probablemente fueron asesinados.
Fahima
«No puedo expresarte el dolor que sentí cuando me quitaron a mi hijo. No puedo encontrar palabras para decirte lo que siento al no saber dónde está mi hijo».
El hijo de Fahima tenía casi 4 años cuando se lo llevó el ISIS en 2014. No lo ha visto ni ha sabido de él desde entonces.
Fahima fue llevada a Siria y encarcelada durante un año, dando a luz a su segundo hijo ahí.
Nunca fue comprada por un combatiente del ISIS, y cree que esto se debió a que no era considerada tan bella como las otras chicas. Solía cortarse regularmente las largas pestañas para disuadir a los posibles compradores.
Fahima
“No puedo expresarte el dolor que sentí cuando me quitaron a mi hijo. No puedo encontrar palabras para decirte lo que siento al no saber dónde está mi hijo”.
El hijo de Fahima tenía casi 4 años cuando se lo llevó el ISIS en 2014. No lo ha visto ni ha sabido de él desde entonces.
Fahima fue llevada a Siria y encarcelada durante un año, dando a luz a su segundo hijo ahí.
Nunca fue comprada por un combatiente del ISIS, y cree que esto se debió a que no era considerada tan bella como las otras chicas. Solía cortarse regularmente las largas pestañas para disuadir a los posibles compradores.
Cox’s Bazar, Bangladesh
En abril de 2018, Thomas visitó los campamentos de refugiados en Cox’s Bazar, Bangladesh, donde ahora vive la mayoría de las casi un millón de personas refugiadas rohingyas que huyeron de la violencia en la vecina Myanmar.
Durante su estancia en el campamento de refugiados de Kutupalong, Thomas pasó las mañanas pintando con niñas y niños en uno de los 200 espacios adaptados para la niñez que gestiona la ONG local BRAC.
Las tardes las dedicaba a conocer a las mujeres rohingyas y a escuchar sus historias. A su regreso de Bangladesh, Thomas pintó retratos de algunas de las mujeres que conoció.
Cox’s Bazar, Bangladesh
En abril de 2018, Thomas visitó los campamentos de refugiados en Cox’s Bazar, Bangladesh, donde ahora vive la mayoría de las casi un millón de personas refugiadas rohingyas que huyeron de la violencia en la vecina Myanmar.
Durante su estancia en el campamento de refugiados de Kutupalong, Thomas pasó las mañanas pintando con niñas y niños en uno de los 200 espacios adaptados para la niñez que gestiona la ONG local BRAC.
Las tardes las dedicaba a conocer a las mujeres rohingyas y a escuchar sus historias. A su regreso de Bangladesh, Thomas pintó retratos de algunas de las mujeres que conoció.
Lalu
«Parezco mucho mayor de mi edad, por la tristeza y el sufrimiento que he visto».
Durante un ataque a la aldea de Lalu, ella y su familia se vieron forzados a entrar en una de las casas y se les dijo que serían quemados vivos.
Mientras capturaban a más personas, la familia de Lalu escapó. Uno de sus sobrinos murió al incendiarse su ropa y uno de sus nietos recibió un disparo mientras huían. El resto de su familia llegó al río que marca la frontera con Bangladesh y cruzó en bote.
Pero fueron perseguidos por una lancha rápida y la embarcación de la familia se hundió, lo que provocó la muerte del nieto de Lalu.
El esposo de Lalu se salvó por poco de ahogarse, pero tragó grandes cantidades de agua del río y murió poco después de que llegaran al campamento.
Lalu siente un dolor indescriptible por la pérdida de sus seres queridos y no ha podido seguir adelante, con una salud mental y física cada vez más frágil.
Lalu
“Parezco mucho mayor de mi edad, por la tristeza y el sufrimiento que he visto”.
Durante un ataque a la aldea de Lalu, ella y su familia se vieron forzados a entrar en una de las casas y se les dijo que serían quemados vivos.
Mientras capturaban a más personas, la familia de Lalu escapó. Uno de sus sobrinos murió al incendiarse su ropa y uno de sus nietos recibió un disparo mientras huían. El resto de su familia llegó al río que marca la frontera con Bangladesh y cruzó en bote.
Pero fueron perseguidos por una lancha rápida y la embarcación de la familia se hundió, lo que provocó la muerte del nieto de Lalu.
El esposo de Lalu se salvó por poco de ahogarse, pero tragó grandes cantidades de agua del río y murió poco después de que llegaran al campamento.
Lalu siente un dolor indescriptible por la pérdida de sus seres queridos y no ha podido seguir adelante, con una salud mental y física cada vez más frágil.
Norbaku
“Antes de vernos forzados a huir, nunca habíamos conocido el hambre”.
Norbaku y su familia estaban bien en Myanmar; su casa era grande y espaciosa.
En Kutupalong, su numerosa familia se amontona en un alojamiento del tamaño de su antiguo gallinero.
La familia huyó cuando su casa fue atacada, y su esposo fue capturado y severamente golpeado.
La familia logró llevarlo con ellos a Bangladesh, pero todavía le cuesta respirar, comer o beber debido al dolor causado por sus heridas, y cada día está más delgado y débil.
Norbaku
“Antes de vernos forzados a huir, nunca habíamos conocido el hambre”.
Norbaku y su familia estaban bien en Myanmar; su casa era grande y espaciosa.
En Kutupalong, su numerosa familia se amontona en un alojamiento del tamaño de su antiguo gallinero.
La familia huyó cuando su casa fue atacada, y su esposo fue capturado y severamente golpeado.
La familia logró llevarlo con ellos a Bangladesh, pero todavía le cuesta respirar, comer o beber debido al dolor causado por sus heridas, y cada día está más delgado y débil.
Norte de Nigeria
En septiembre de 2018, Thomas viajó al norte de Nigeria para participar en un programa de sanación de traumas con nueve mujeres que habían sufrido violencia sexual a manos de grupos extremistas.
El proyecto empoderó a las mujeres para que utilizaran el arte para compartir sus historias y procesar su trauma. Muchas de las mujeres también eligieron pintar sus retratos con lágrimas de oro.
Para sus retratos, Thomas utilizó técnicas de pintura al temple de principios del Renacimiento y de iconos bizantinos, con motivos en láminas de oro inspirados en las telas teñidas de añil que se fabrican en la región.
Norte de Nigeria
En septiembre de 2018, Thomas viajó al norte de Nigeria para participar en un programa de sanación de traumas con nueve mujeres que habían sufrido violencia sexual a manos de grupos extremistas.
El proyecto empoderó a las mujeres para que utilizaran el arte para compartir sus historias y procesar su trauma. Muchas de las mujeres también eligieron pintar sus retratos con lágrimas de oro.
Para sus retratos, Thomas utilizó técnicas de pintura al temple de principios del Renacimiento y de iconos bizantinos, con motivos en láminas de oro inspirados en las telas teñidas de añil que se fabrican en la región.
Esther
“Las personas se burlaban de mí y decían que Rebecca (la hija de Esther) es de Boko Haram y muchas otras cosas crueles… La manera en que le tratan las personas hace que me duela el corazón”.
Esther y su familia se escondían en cuevas en las colinas que rodean su pueblo, por miedo a Boko Haram. Cuando un día regresó a la aldea para comer, Boko Haram atacó y se la llevaron al bosque de Sambisa, donde también estaban retenidas las alumnas de Chibok.
Esther permaneció en cautiverio durante tres años y medio. Fue vendida como esclava y forzada a convertirse en la cuarta esposa de un líder de Boko Haram.
Cuando fue asesinado, Esther y las otras esposas escaparon, caminando descalzas durante tres días sin comida ni agua. Esther estaba embarazada de siete meses.
Tras regresar a su pueblo en Maiduguri, la familia de Esther quería que abortara, pero ella se negó. Tras el nacimiento de Rebecca, su familia la rechazó, llamándola “Boko”.
Esther
“Las personas se burlaban de mí y decían que Rebecca (la hija de Esther) es de Boko Haram y muchas otras cosas crueles… La manera en que le tratan las personas hace que me duela el corazón”.
Esther y su familia se escondían en cuevas en las colinas que rodean su pueblo, por miedo a Boko Haram. Cuando un día regresó a la aldea para comer, Boko Haram atacó y se la llevaron al bosque de Sambisa, donde también estaban retenidas las alumnas de Chibok.
Esther permaneció en cautiverio durante tres años y medio. Fue vendida como esclava y forzada a convertirse en la cuarta esposa de un líder de Boko Haram.
Cuando fue asesinado, Esther y las otras esposas escaparon, caminando descalzas durante tres días sin comida ni agua. Esther estaba embarazada de siete meses.
Tras regresar a su pueblo en Maiduguri, la familia de Esther quería que abortara, pero ella se negó. Tras el nacimiento de Rebecca, su familia la rechazó, llamándola “Boko”.
Christiana
“Tenían armas y me rodearon. En ese momento me asusté mucho. Cuando me violaron, sangraba porque estaba muy débil y con un embarazo muy avanzado”.
Christiana estaba embarazada de ocho meses cuando unos hombres armados irrumpieron en su casa. Exigieron acostarse con ella, diciendo que, si se negaba, la matarían y la cortarían en pedazos.
“Dos hombres me violaron; los otros tres dijeron que no podían porque estaba embarazada”, contó. Su esposo fue atado y obligado a mirar. “Mi esposo estaba ahí, justo ahí”.
Sangrada y golpeada, Christiana fue llevada por su esposo al hospital, donde tuvo a su hija Gloria, a la que llama su “bebé milagro”.
Christiana
“Tenían armas y me rodearon. En ese momento me asusté mucho. Cuando me violaron, sangraba porque estaba muy débil y con un embarazo muy avanzado”.
Christiana estaba embarazada de ocho meses cuando unos hombres armados irrumpieron en su casa. Exigieron acostarse con ella, diciendo que, si se negaba, la matarían y la cortarían en pedazos.
“Dos hombres me violaron; los otros tres dijeron que no podían porque estaba embarazada”, contó. Su esposo fue atado y obligado a mirar. “Mi esposo estaba ahí, justo ahí”.
Sangrada y golpeada, Christiana fue llevada por su esposo al hospital, donde tuvo a su hija Gloria, a la que llama su “bebé milagro”.
Sobre la artista
La obra de Thomas ha sido presentada en prestigiosos lugares como las Casas del Parlamento del Reino Unido, el Parlamento Escocés, el Parlamento Europeo, el Palacio de Buckingham, el Palacio de Lambeth, la Abadía de Westminster y la Galería Saatchi.
Thomas fue seleccionada para Forbes 30 Under 30 en 2019 y para Vogue Future Visionaries en 2022 por su trabajo utilizando el arte como una poderosa herramienta de defensa. Actualmente es becaria de doctorado del Laboratorio de arte de la UNESCO para los derechos humanos y el diálogo, en la Universidad de Glasgow.
Foto © ACNUR/Raj Gedhu
Sobre la artista
La obra de Thomas ha sido presentada en prestigiosos lugares como las Casas del Parlamento del Reino Unido, el Parlamento Escocés, el Parlamento Europeo, el Palacio de Buckingham, el Palacio de Lambeth, la Abadía de Westminster y la Galería Saatchi.
Thomas fue seleccionada para Forbes 30 Under 30 en 2019 y para Vogue Future Visionaries en 2022 por su trabajo utilizando el arte como una poderosa herramienta de defensa. Actualmente es becaria de doctorado del Laboratorio de arte de la UNESCO para los derechos humanos y el diálogo, en la Universidad de Glasgow.
Foto © ACNUR/Raj Gedhu